Todo lo que Debes Saber sobre el Brindis con Champán en las Bodas
Las copas están llenas, ¿y ahora qué?

Desde el compromiso hasta la luna de miel, una boda suele implicar mucho champán. Piensa en ello: Cuando alguien se compromete con el amor de su vida, lo más probable es que beba champán para celebrarlo. Es más, si alguna vez has asistido a una despedida de soltero o soltera (incluida la tuya propia), estamos seguros de que has perdido la cuenta de cuántos corchos se han descorchado. Aunque este vino espumoso desempeña un papel protagonista en muchos acontecimientos importantes, hay un momento definitivo en el que suele tener su momento de gloria: durante el brindis con champán de la boda.
Como manda la tradición, el brindis con champán es una oportunidad para que el padrino ase suavemente al novio, para que la dama de honor se ponga nostálgica recordando viejos tiempos o para que los padres de los recién casados colmen a los hijos de sinceros sentimientos. Y aunque estos brindis suelen venir acompañados de un poco de historia y costumbres establecidas, requieren una planificación adecuada, especialmente en lo que se refiere al momento y a ciertas prácticas de etiqueta a seguir.
En un esfuerzo porque su brindis con champán se parezca más a un zumbido agradable que a un error de borrachera, le pedimos a nuestra amiga Ana Fernández, organizadora de eventos que compartiera sus mejores consejos para llevar a cabo esta antigua tradición. Siga leyendo para saber todo lo que necesita saber.
La Tradición
Aunque se desconoce el origen exacto del brindis con champán, esta tradición de boda en particular existe desde hace décadas y sirve para que los seres queridos honren a los recién casados. Suele ser un momento de la recepción en el que el padrino, la dama de honor, los padres o la pareja se levantan para pronunciar un discurso, seguido de una copa de champán que los invitados levantan para brindar por el matrimonio y ofrecer sus mejores deseos. Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las costumbres actuales, las parejas están encontrando nuevas formas de incorporar los brindis a sus celebraciones, y el champán es cada vez menos un requisito para los discursos del día de la boda.
«Me encanta que exista la tradición del brindis, pero no creo que tenga que ser con champán», dice Marta. «Y renunciar al champán ahorra dinero en el presupuesto. En su lugar, hacemos un brindis en el que los invitados levantan la copa de lo que ya están bebiendo. [El champán en sí] nunca se menciona ni se echa de menos». Sin embargo, independientemente de con qué brinden los invitados, «todas las copas deben estar llenas antes de que empiece el brindis».
El Momento Oportuno
A la hora de planificar un brindis con champán, es importante conocer el calendario sugerido para que los invitados levanten sus copas. Para empezar, el brindis con champán suele ser el primer brindis que se hace durante la recepción, y Ana señala que este discurso debería ser «una bienvenida, normalmente a cargo del padre de la novia o el novio, o de un anfitrión elegido o un familiar cercano, antes de que se sirva el primer plato». «De esta forma, el anfitrión puede decir a sus invitados que disfruten de la comida, bailen y envíen buenos deseos a la pareja. He tenido algunos clientes que quieren esperar hasta después de toda la comida para el primer brindis, pero creo que los invitados están más atentos al principio de la velada.»
En última instancia, las parejas pueden optar por varios brindis con champán o por un discurso final, según sus preferencias. Además, otro factor importante a tener en cuenta es la duración de cada discurso. No importa quién haga el brindis, debe ser breve y su discurso debe durar entre tres y cinco minutos.
La Etiqueta
Al igual que con todos los discursos de boda, es mejor evitar las historias subidas de tono y los chistes inapropiados al hacer un brindis con champán. «No alargues demasiado el discurso ni lo hagas demasiado embarazoso». «Mis ingredientes para el éxito son presentarte, hacer un comentario sobre lo bonita que ha sido la ceremonia y contar una anécdota sobre la novia o el novio, preferiblemente una historia dulce y divertida». En pocas palabras, dice Marta: «Deja a los invitados con una sonrisa».
La Inspiración
Para aquellos a los que se les ha encargado hacer un brindis con champán, escribir un discurso desenfadado de entre tres y cinco minutos -que haga reír y no avergüence a la pareja- puede suponer un gran reto. Así que, si no sabes qué decir, aquí tienes un truco fácil para que fluya tu creatividad. «Busca en Internet ejemplos bonitos que se puedan personalizar o busca letras de canciones que tengan un significado especial», sugiere. Al final, lo más importante es que escribas un brindis dulce y sentimental, que los invitados recuerden durante años después del gran día.
Alternativas al Champán
Como ya hemos dicho, no todo el mundo es aficionado al espumoso, y muchas parejas optan ahora por servir bebidas distintas del champán. Si es tu caso, considera estas cuatro alternativas para animar tu brindis.
Un Chupito
En lugar de servir champán en copas para cada uno de los invitados, habla antes con el servicio de catering y pídeles que preparen minishots de vuestro licor o combinado favorito. Aunque no a todo el mundo le apetezca tomar el chupito, si es algo que prefieres al champán, no te sientas raro por hacerlo. Si quieren, pueden probar un poquito.
Opta por un Cóctel Exclusivo
Si vas a celebrar tu boda con un cóctel de autor, puedes sustituir el brindis con champán por esta bebida en concreto. Dispón jarras de esta bebida y sírvelas en copas cuando se sienten los invitados.
Elige tu Vino Favorito
Si quieres que el brindis sea elegante, sustituye el champán por tu vino favorito. Incluso puedes elegir entre vino blanco o tinto para satisfacer mejor a tus invitados. ¿Y lo mejor? Esto os dará a ti y a tu prometido una actividad divertida que hacer antes de la boda, ya que podéis elegir un fin de semana para dedicarlo a la cata de vinos.
Deja que los Invitados Elijan
En lugar de designar una bebida concreta, permite que los invitados brinden con lo que más les guste beber en lugar de champán. Es una forma estupenda de mantener el toque personal, al tiempo que invitas a tus invitados a unirse y participar en este momento de celebración.